el mar de tu vientre 
tus dedos de seda 
 y tus labios de luna 
enseñan a la locura que aguarda en mis oídos 
a cultivar 
el fuego 
que devora nuestros cuerpos 

las palabras con púas 
los besos como ácido 
cortan y derriten los pasos 
para acercarnos a ser polvo 

en explosiones de amor 
llegar 
a las estrellas, 
incendiándolas con nuestras confesiones 
abrazando el infinito 
con nuestros cuerpos ahora sin forma 

lloviendo en polvo cósmico 
sobre los prados 
y el desierto 
sobre los gritos y los ríos 
sobre estas palabras que  envío