Hildegard


Photo by. Hildegard Jerez
Para mi  hermana cósmica 
y prima. Gracias!
si pudieramos 
morder el iris 
y olvidar los ocasos 
llevarnos lejos las olas del mar 
cada uno de los te amos 
y con ello la cruda 
de los olvidamos 
arrancaría la
piel 
de mi cuerpo 
para con mis huesos 
formar una escalera 
que te lleve lejos
a
tu propio cielo

Su beso

estar inconcluso
remontándote al tiempo
en el que los murciélagos
cruzan el horizonte de la luna

donde el frío ajeno
no conoce sus nombres
donde el terreno
es un campo sin fin de sueños

donde la propia sombra
esta completa,
donde las sirenas
a ambos les apuestan

que el unicornio
que me acompaña
nunca me abandona
cielo vainilla en la tierra añorada

Revelación


Por las contradicciones
y los cordones umbilicales
en  los que nos hayamos
con los demenentes que conectamos

Donde el perdón
comienza con la conciencia
de saber que el peso
de nuesta vida
es ligera como la piedras en el mar

por la dicha
del encuentro de la sabiduría
que viene con ser finito
y el corazón
de nuestra canción

Despés del miedo


Sangre de Líbano
en la que se encuentra el deseo de ensueño
la tierra con el cielo
las marcas con el templo

Bruma de las mañanas
en las que los entierros
remiendan el pasado
con los encuentros
de los liberados

Corazón tratando de de no escucharse
con la mente abierta a la seguridad

Pero el tiempo de la oruga
que se entrega solo cuando
se abandona el verde de la negación
abre la puerta de la revelación

Donde las hojas vino
nos traen de vuelta al suelo
pero nos descubrimos en lo eterno
en los ojos en los que me entrego

Hogar

Morado con alas de mariposa 
Viento con cuerpo de libélula
 

El tiempo con forma de mujer 
corazón con fuerza de mar
 
y sonrisa como temblor
 
sabor a sangre y razón
 

Deshielo del abrazo 
del que desprende el nombre de Dios,
 
palabras para doblar
 
las montañas
 
y el infinito 
con su labor
 

canto de Quetzal 
lleva el verso
 
de estar vivo
 
donde mi alma
 
se ha de encontrar
 

donde mi sangre se evapora 
y crea nubes
 
donde está mi hogar
 
donde está mi lugar
 

El cielo se ha equivocado

El cielo se ha equivocado
héroes caen
los que aman la vida 
se les arrebata
quienes la cambian parten

el humo en mi interior 
me hace sentir menos vacío
las marcas en mi brazo
se diluyen como los deseos

el cielo se ha equivocado

me enseña las puertas
que no he de cruzar
la tierra se niega
a dejarme volar

el cielo se ha equivocado

a mi alrededor la pureza
se convierte en recuerdo
los días pesan mas
y me torturan los recuerdos

Ofrenda

las piedras se levantaron de su reposo
descubrieron su rostro, 
las ramas secas
se despojaron 
de sus grises capas

los ancianos 
hicieron a un lado
su amargura amarilla,
los lobos guardaron silencio
mientras los gusanos abandonaron la tierra
por un momento

durante un segundo
los deseos de los niños haitianos
aparecieron ante sus ojos,
se detiene el mundo

para ver las sombras
de las estrellas fugaces
que suben
que se alejan de mis manos
para ofrecer
la ofrenda, para quien amo

al filo del amanecer


narraciones del baile de luz
encuentros de amor y desolación
incoherente
y lúcida comunicación,
entre los días sin razón
y el cielo de la devoción

En sus manos


el viajero 
con el corazón partido
ofrece al Dios Viento
un suspiro

encierra en su mano derecha
un instante del cielo
con sus hojas en vuelo
y abre la izquierda

abrazando los dedos
ausentes, que espera

en sus ojos
cerrados
la vida desfila
intranquila

el viajero
no ha movido sus pies
sin embargo recorre le mundo
recolectando 
en su mano derecha regalos

el sol y la luna
que son tan solo
instantes en su dicha
son parte de quien 
tras sus párpados admira

moribunda


encontré las alas de satín
moribundas

la tome entre mis manos
acompañando su transición
pidiendo que entre sus últimos movimientos
me dejará acompañarla

sentí la delicada vida
escaparse entre mis manos
así como el tiempo arrebatado
de vuelos y alegría
se desvanecía

viví partidas,
moribundos
ambos

alas de cielo
lleven mi plegaría
al lado del corazón
al que dedico cada oración

Nora Saenz

La forma en que su mirada roba
el corazón,
sus manos
mi color.

el cielo de su espalda
rodea mi mundo

la conciencia que duerme
esperando su aliento
contradiciendo su voz
enterrando mi dolor

....

el tiempo se extinguió tan rápido
como los besos que borró de su piel
como el final que tatuó

sin mirar atrás
hoy  hielo y  sal.
terminaron

con el corazón roto miró el gris
abrió los brazos
la espero

derrames


hay soles rotos,
en los suelos de  habitaciones
contiguas,
con los deseos
de  niñas inconclusas y  hombres de fe,
testimonios
de la intolerante impaciencia

inalcanzables a los que nunca miran abajo
desconocidos para los cazadores de cielos

con rayos gélidos
y acciones incompletas,
con dolor de humedad.
silencio
ambiguo testigo
astro abandonado
castigo de olvido

hombre, escalera, pan. olvido
terreno de nadie
absurda fuente
déjame acariciarte

dejo de importar

el zumbido del silencio
que penetra
(él)
iracundo y
recuerda
las fracturas en los dedos

indoloente
insinuación
del vacio

(él)
en presencia de la ausencia

el mirar a través de
aquello que deja de ser
para terminar
sin que supiera
lo que fuera
sea lo que sea
o lo que fuera

despojando

el maquillaje
no logra cubrir
la herida que sangra

las hormigas
despojando la piel,
el sol manteniendo presa
la tristeza y el frío

la conciencia abandonada
que reclama,
que espera

el deseo de ver arder
el reflejo
el terminar
el borrar

La simple forma de mirar
en inocente arrebato,
el tiempo atrapado
y el cielo encontrado
en
sepia
        un consuelo
de ser y estar

La simple forma de existir
en atrapar sueños,
en conservar aromas
mientras las aves son testigos
y las flores destinos...

La simple experiencia de vivir